Los problemas de mordida son una de las preocupaciones más comunes en la odontología, ya que una mordida incorrecta puede causar dolor, dificultades para comer y hablar, problemas de estética, y otros problemas de salud. Por suerte, hay diferentes técnicas que los odontólogos pueden utilizar para tratar problemas de mordida. Sin embargo, para los casos más complejos, la técnica de bimaxilar puede ser la mejor solución.
La técnica de bimaxilar es un tratamiento ortodóntico que se utiliza para corregir problemas de mordida complejos. Se llama así porque implica el tratamiento de ambas mandíbulas al mismo tiempo (bi significa dos, maxilar se refiere a la mandíbula superior y mandíbula se refiere a la mandíbula inferior). La técnica de bimaxilar se puede utilizar para tratar una variedad de problemas de mordida, incluyendo sobremordida, submordida, mordida abierta, y mordida cruzada.
La técnica de bimaxilar se realiza en varias etapas. La primera etapa es el diagnóstico, donde el equipo de ortodoncia examina la boca del paciente y toma radiografías, fotografías y modelos de la boca. Esto les permite verificar la naturaleza y la gravedad del problema y planificar el tratamiento adecuado.
En la segunda etapa, se colocan los brackets en los dientes del paciente y se conectan mediante un arco dental. Los brackets y el arco dental son los componentes principales del sistema de ortodoncia, y sirven para aplicar la fuerza necesaria para mover los dientes a su nueva posición.
En la tercera etapa, se coloca un aparato especial en la mandíbula inferior, que se llama mentonera. Este dispositivo se encarga de controlar la posición de la mandíbula inferior, y ayuda a corregir la mordida. La mentonera se utiliza en combinación con los brackets y el arco dental.
Por último, se realiza la fase final del tratamiento, que implica la eliminación de los brackets y el uso de retenedores. Los retenedores son dispositivos removibles que se utilizan para mantener los dientes en su nueva posición.
La técnica de bimaxilar es adecuada para pacientes que tienen problemas de mordida complejos. Esto incluye pacientes que tienen una sobremordida o submordida significativa, o pacientes que tienen una mordida cruzada o una mordida abierta.
El tratamiento también puede ser adecuado para pacientes que tienen problemas de mandíbula, como una mandíbula que es demasiado grande o demasiado pequeña. En estos casos, la técnica de bimaxilar puede ayudar a ajustar la mandíbula y mejorar la mordida.
Como con cualquier procedimiento médico, la técnica de bimaxilar tiene algunos riesgos. Uno de los riesgos es que los dientes pueden ser más sensibles durante el tratamiento debido al movimiento de los dientes. Además, los pacientes pueden experimentar dolor o molestias en la boca después de la colocación de los brackets, aunque esto suele ser leve y desaparece después de unos pocos días.
Otro riesgo es que el tratamiento puede tomar más tiempo que otros tratamientos de ortodoncia. Esto se debe a que la técnica de bimaxilar implica la corrección del problema de mordida, así como la corrección de problemas de mandíbula.
La técnica de bimaxilar puede ser una excelente solución para pacientes que tienen problemas de mordida complejos. Aunque el tratamiento puede llevar más tiempo que otros tratamientos de ortodoncia, los resultados son permanentes y se pueden mejorar problemas de mandíbula. Como con cualquier procedimiento médico, la técnica de bimaxilar conlleva algunos riesgos, pero estos suelen ser mínimos y temporales. Si estás considerando la técnica de bimaxilar como una opción para tus problemas de mordida, habla con tu ortodoncista para determinar si eres un buen candidato.