La osteotomía maxilar es un procedimiento quirúrgico común utilizado en odontología para tratar pacientes con problemas de maloclusión o deformidades faciales. La técnica consiste en cortar y reposicionar los huesos de la mandíbula superior (maxilar) para una mejor alineación dental y mejorar la estética facial.
La osteotomía maxilar se utiliza comúnmente para tratar pacientes con problemas de maloclusión (mordida incorrecta) que no pueden corregirse mediante ortodoncia o dentición. También se puede realizar para corregir deformidades faciales congénitas, adquiridas o traumáticas, como el paladar hendido, la retracción maxilar, el prognatismo o el retrognatismo mandibular.
La osteotomía Lefort I es uno de los tipos más comunes de osteotomía maxilar. La técnica implica cortar el hueso maxilar horizontalmente a través del maxilar superior y moviendo hacia adelante o hacia atrás según la necesidad. Este tipo de osteotomía se utiliza para cambiar la altura y la posición del maxilar y puede mejorar la mordida, la respiración y la estética facial.
La osteotomía Lefort II implica cortar el hueso del maxilar en la línea media y en los huesos de la nariz para tratar deformidades faciales severas y fracturas nasales. La osteotomía Lefort III es un procedimiento más complejo que implica el corte del maxilar superior y la órbita ocular. Se utiliza comúnmente para tratar casos de malformaciones craneofaciales en los que se necesita corregir el ángulo entre el hueso de la mandíbula y el maxilar superior.
La osteotomía BSSO implica cortar bilateralmente el hueso del ángulo de la mandíbula. Este tipo de osteotomía se utiliza comúnmente en casos de mandíbulas inferiores protrusas o retrognatismo mandibular, ya que permite mejorar la mordida y la estética facial.
Antes de la cirugía, se discutirán los objetivos, los riesgos y los beneficios del procedimiento con el paciente. El procedimiento se realiza bajo anestesia general y puede durar entre dos y cuatro horas, dependiendo del tipo de osteotomía maxilar requerida.
Se realiza una incisión en la parte superior de la boca, y el hueso maxilar es cortado y movido según sea necesario. La posición final del hueso se fija con placas y tornillos, que se pueden dejar en su lugar de forma permanente. Es posible que se coloquen tubos de drenaje durante la cirugía para ayudar a eliminar el exceso de líquido y reducir la hinchazón.
Después de la cirugía, se debe evitar la actividad extenuante y la exposición al sol durante al menos dos semanas. La hinchazón y la incomodidad son comunes después de la cirugía y se pueden controlar con medicamentos para el dolor y la inflamación. Se pueden prescribir antibióticos para prevenir infecciones.
El tiempo de recuperación variará dependiendo del tipo de osteotomía realizada, pero generalmente, los pacientes pueden esperar una recuperación completa en tres a seis meses después de la cirugía. Los pacientes deben seguir un plan de tratamiento postoperatorio cuidadosamente y asistir a las visitas de seguimiento con su dentista o cirujano maxilofacial para asegurar una recuperación exitosa.
La osteotomía maxilar puede proporcionar una mejora significativa en la mordida del paciente, la capacidad de respirar y la estética facial. Además, el procedimiento puede aumentar la autoestima del paciente y mejorar su calidad de vida. La osteotomía maxilar es un procedimiento seguro y efectivo realizado por dentistas y cirujanos maxilofaciales capacitados y experimentados.
En resumen, la osteotomía maxilar es un procedimiento quirúrgico común utilizado para tratar pacientes con problemas de maloclusión y deformidades faciales. Hay varios tipos de osteotomía maxilar, cada uno con sus propias indicaciones y técnicas quirúrgicas. Aunque el procedimiento puede ser intimidante, la osteotomía maxilar es un procedimiento seguro y efectivo que proporciona muchos beneficios para los pacientes. Si está considerando la osteotomía maxilar, hable con su dentista o cirujano maxilofacial para discutir si es la opción correcta para usted.